Para realizar una carga eficaz en condiciones de frío, la batería del EV debe estar caliente. Ahora bien, ¿cómo se logra eso en un vehículo 100 % eléctrico? Imagen cortesía de Tesla, Inc.

La autonomía de la batería de un EV y la capacidad de carga de la misma son dos de los factores más importantes a la hora de adquirir un vehículo eléctrico. La ansiedad de la autonomía, es decir, el temor a que la batería se agote antes de llegar al destino, es una gran preocupación para los potenciales propietarios de un EV.

Aunque cada vez se instalan más cargadores de vehículos eléctricos en todo el país, es un hecho desafortunado que los EVs no alcancen su máximo rendimiento en climas fríos, lo que puede suponer una menor duración de la batería. Esta reducción del rendimiento se debe a varias razones, pero existen formas de contrarrestarlas.

A continuación, hablaremos de lo que debes saber sobre la conducción de un EV en invierno, cómo puedes ayudar a mitigar el impacto del frío y si debería o no ser una preocupación importante.

¿Por qué afecta el frío a la autonomía de un EV?

Uno de los mayores inconvenientes de los vehículos eléctricos cuando hace frío es que la batería tiene que trabajar más para mantener la calefacción encendida. La batería que mejor funciona es aquella que está caliente; el frío hace que las baterías trabajen más y consuman más energía en el proceso.

Según la AAA, a temperaturas de 20°F o menos, se produce un descenso del 41 % en la capacidad de millaje de largo alcance si la calefacción está encendida. Una disminución del rendimiento del 41 % es la diferencia entre poder conducir 100 millas en un clima cálido frente a 59 millas en un clima frío.

Naturalmente, la autonomía real puede variar en función de tus hábitos de conducción, la carga inicial de la batería al arrancar y la temperatura de la propia batería.

¿Cómo afecta el clima frío a los tiempos de carga de un EV?

Si la batería de tu EV está demasiado fría, puede necesitar mucha más energía para ponerse en marcha. Las baterías de ion-litio del propio vehículo son sensibles a ciertas temperaturas, y se prefiere un rango de 60 a 80°F. A ser posible, deja tu auto en un garaje para que no se enfríe en exceso.

La mejor manera de afrontar el frío es no dejar que tu EV llegue a una carga inferior al 20 %. Ese 20 % de la carga actúa como reserva en caso de que la batería esté demasiado fría y necesite recurrir a esa energía almacenada para iniciar el proceso de carga.

Asegúrate de empezar el día con la carga completa y de saber dónde puedes encontrar un punto de carga para aprovechar al máximo la autonomía de tu EV. A la hora de cargar un vehículo eléctrico en invierno (o realmente en cualquier época del año), deberías tener un plan alternativo para encontrar puntos de carga. De esta forma, si tu autonomía se reduce más de lo previsto, podrías llegar a ese punto de carga antes de quedarte sin batería.

¿Qué puedo hacer para mitigar los efectos negativos del frío en mi EV?

Con los autos de gasolina convencionales, el motor proporciona calor al interior del vehículo con sólo estar encendido. La cantidad de calor que emite el motor ayuda a poner en marcha la calefacción del auto. Dado que los vehículos eléctricos no tienen motor, la batería necesita generar calor de una forma más intensa desde el punto de vista energético, que procede exclusivamente de la energía de la batería.

A continuación te indicamos algunas medidas que puedes tomar para que tu auto funcione mejor con el frío:

Opta por asientos y volantes calefactables

Por suerte, los fabricantes de vehículos eléctricos están descubriendo formas de mejorar el rendimiento en el frío mediante la inclusión de paquetes para climas fríos.

Incluyen mejoras como volantes y asientos calefactables, y la opción de preacondicionamiento (más información a continuación) que parecen algo simples, pero que en realidad son de gran ayuda a la hora de mantener la batería en funcionamiento durante más tiempo. Estas prestaciones te pueden ayudar a mantenerte calentito incluso cuando tu vehículo está frío a la hora de encenderlo. Una vez que el vehículo esté en marcha y la batería haya podido calentarse, encender la calefacción no consumirá tanta electricidad.

Compra un vehículo con bomba de calor

Algunos vehículos eléctricos, como el Audi E-tron, incorporan un sistema de calefacción con bomba de calor, que es una opción de calefacción más eficiente a nivel energético. Esto puede reducir la pérdida de energía y de autonomía que conlleva calentar un EV a bajas temperaturas.

Programa una hora de salida y/o utiliza el preacondicionamiento

Muchos de los nuevos modelos de vehículos eléctricos te permiten programar una "hora de salida" para la cual el coche debe estar completamente cargado, con la batería ya caliente y el interior precalentado. Por ejemplo, los propietarios de un Tesla tienen la posibilidad de "preacondicionar" su auto, lo cual implica establecer la hora a través de la aplicación Tesla para que su EV se precaliente.

Teniendo en cuenta que mucha gente precalienta su vehículo de motor en invierno, programar una aplicación o acordarse de mantener el auto enchufado hasta el momento de salir de casa no es realmente muy diferente.

Mantén tu vehículo enchufado y planifica con antelación

Mantener tu auto enchufado permite que la batería se caliente, de modo que cuando lo enciendas no tendrá que consumir energía adicional. También conviene planificar con antelación y buscar los puntos de carga a lo largo de la ruta.

Saber más: puntos de carga de vehículos eléctricos: tarifas, dónde encontrarlos y mucho más.

¿Cuál es el mejor EV para climas fríos?

La verdad es que no hay un claro vencedor en cuanto a un vehículo eléctrico específico que supere el frío. Lo cierto es que cualquier EV puede funcionar en invierno, y el más adecuado para ti depende de tus necesidades específicas, tu disponibilidad de carga y tu presupuesto.

Dicho esto, si vas a conducir con frecuencia durante largos tramos a bajas temperaturas, te recomendamos el Ford F-150 eléctrico y los Tesla Models X y 3. Cada una de estas opciones viene con asientos calefactables, una batería de mayor tamaño y la función de preacondicionamiento. Además, cada uno de ellos ofrece más de 300 millas de autonomía.

No obstante, recuerda que muchas veces los EVs con baterías más grandes son más costosos que sus versiones con baterías más pequeñas (unos $100,000 frente a $30,000), por lo que tendrás que tenerlo en cuenta a la hora de calcular tu presupuesto.

Recomendación de SolarReviews sobre el frío y los EVs

El clima frío no es motivo para renunciar a un EV, sobre todo teniendo en cuenta que Noruega, Suecia e Islandia son los países con mayor número de vehículos eléctricos por habitante.

Nosotros creemos que el frío no debería ser un impedimento para comprar un coche eléctrico. Si tus desplazamientos son relativamente normales y sueles hacer trayectos cortos, es probable que la menor autonomía de la batería no te afecte tanto a tu estilo de vida como para no comprar un EV. Ahora bien, si tienes que conducir de forma habitual cientos de kilómetros en invierno y no quieres estar preocupándote mucho por parar a cargar, un vehículo híbrido enchufable podría ser una mejor opción para ti.

Si al final optas por un vehículo 100 % eléctrico, te recomendamos que elijas un modelo nuevo con una gran autonomía (más de 300 millas por carga) y que incluya una bomba de calor para el sistema de calefacción. Las bombas de calor calentarán tu auto de forma más eficiente y una mayor autonomía permitirá disponer de más tiempo entre las cargas.